Compra, alquiler y venta. El objetivo de este proyecto fotográfico es reflexionar sobre cómo, en esta sociedad –nos dicen– tan “recuperada” ya de la crisis económica global y nacional, el acceso de las mujeres y, más aún, de la población inmigrante a puestos de trabajo con una mínima calidad es extremadamente difícil.
Presiones sociales, falta de inversión y de protección… son comunes. No solamente porque los salarios son, per se, menores a los de los hombres, sino porque, además, son objeto de una mayor explotación laboral y personal.
Esta situación, que muy a menudo llega al chantaje, al abuso e incluso a delitos como la trata o el rapto está aquí al lado, en nuestro barrios, en la puerta de casa. Y sus huellas aparecen en coches, farolas, paradas de autobús... en las que conviven mujeres que ofrecen sus servicios para cuidar de ancianos o niños con otras que ofrecen sus servicios en otros campos relacionados con el sexo. ¿Caras de la misma moneda?
Autor: Íñigo de Amescua